Aprender es como remar contra corriente: en cuanto se deja, se retrocede.
En muchas ocasiones es necesario remar contra la corriente pues esta suele cumplir con el papel de algún problema o dificultad, y el remar contra la corriente es luchar contra esos obstáculos que te hacen retroceder al igual que la corriente.
Remar contra la corriente significa retar cada problema o dificultad que se presenta en la vida hasta ganar la lucha en contra de esas dificultades, quizás el proceso no sea sencillo y puede que nos llegue a costar muchas lagrimas, pero quien no es valeroso jamas podrá conocer esa gran felicidad que todo mundo pregona pero que pocos nos permitimos vivir...
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